Viaje a La Adrada, un pequeño tesoro en el corazón del Valle del Tiétar

La Adrada, Villa desde el año 1.393 en el cual el rey Fernando III le otorgó esta distinción, es la protagonista hoy en nuestra visita.

Elegimos este precioso pueblo en una de nuestras últimas escapadas porque es un lugar donde poder disfrutar tranquilamente de la naturaleza, donde podemos practicar deportes al aire libre y cómo amantes del arte y la historia quedamos enamorados de sus casas señoriales del casco histórico, sus puentes romanos, y su imponente castillo.

Empezamos nuestro recorrido siguiendo el río Tiétar, que discurre por el Valle que lleva su nombre desde su nacimiento en el lugar conocido como la Venta del Cojo y sirve de guía para los diversos puentes romanos presentes en el entorno natural de La Adrada.

Algunos de los puentes que pudimos ver en nuestro paseo son:

Puente Mosquea

Puente romano e importante vía de comunicación del siglo XVI que favoreció la comunicación entre los pueblos de Fresnedilla, Higuera de las Dueñas y Escalona y que sirvió de enlace a las relaciones de intercambio entre los reyes Carlos V y Felipe II.

Puente Mosquea
Puente Mosquea

Puente Mocha

Es otro importante puente romano que forma parte del camino de La Iglesuela y vía de comunicación con Talavera y otros pueblos de la comarca.

Puente Chico, es un puente romano de aspecto sencillo situado a escasos metros del Puente Mosquea sobre el arroyo de La Cercá en el Camino de Fresnedilla.

Puente Nuevo

Sencillo puente situado sobre la garganta de Valdetejo en el Camino Viejo de Piedralaves.

Tras el paseo paramos a beber un trago de agua y disfrutar del entorno en Fuente Cervera, una discreta pero bella fuente situada en Camino Fuente Cervera que antaño fue lugar de encuentro de mozos y mozas adradenses y que actualmente sigue siendo un lugar para disfrutar de la naturaleza.

Seguimos con nuestro recorrido por este precioso entorno y llegamos a la Charca de la Hoya y quedamos seducidos por la espectacular belleza de esta cascada y la naturaleza que la rodea.

Otra de las cosas que no puedes perderte en tu paseo por el entorno de La Adrada es acercarte a ver el Pino Aprisquillo, es un emblema natural del municipio y una de las muestras más icónicas naturales de más de 400 años de antigüedad. Se trata de un poderoso ejemplar de la especie denominada “cascalbo” de corteza blancuzca con una circunferencia en su base de 5,90 metros y de unos 43,5 m. de altura y se sitúa junto al arroyo que lleva su nombre.

En el año 2.016 fue premiado como “Árbol Español del Año” por la Asociación Bosques sin Fronteras.

Si vas en buen tiempo, no dejes de pasar por la Presa de la Pinara, una zona natural acondicionada para el baño situada en un espacio extraordinario donde poder refrescarte. Retiene las aguas que discurren por la garganta del arroyo Hornillos y además cuenta con merenderos para disfrutar de una comida o merienda al aire libre.

Eso sí, recuerda respetar el sitio y dejarlo todo igual o más limpio de lo que lo encuentres.

Tras nuestra ruta por los alrededores y disfrutar del entorno natural de La Adrada, llega el momento de ir a conocer su casco histórico.

Nos dirigimos al Ayuntamiento un edificio representativo del municipio, construido a finales de siglo XVIII con balcón, campanario y torre situado en la Plaza de La Villa.

Dicha plaza fue el epicentro del municipio donde se desarrollaba el mercado, cine, corral de comedias e incluso la plaza de toros y posee una fuente de cuatro caños del siglo XIX. Actualmente sigue siendo un lugar de encuentro donde se desarrollan las verbenas, fiestas o actos más destacados. Es un lugar por el que pasar sí o sí.

En la plaza además podemos encontrar una Melia cuyo nombre científico es “Melia azedarach”. ¿Y qué es? Pues se trata de un árbol resistente tanto a sequías como a heladas pudiendo alcanzar alrededor de un siglo de vida.  Es un árbol sagrado.

En la plaza nos encontramos las Escalerillas, una de las calles más tradicionales del municipio donde poder ver diferentes muestras de la arquitectura de piedra, cerámica, teja o carpintería de madera y por aquí llegamos al barrio del Torrejón donde se encuentra el emblema oficial de La Adrada, el Castillo y donde poder disfrutar de unas espectaculares vistas del Valle del Tiétar.

Pero llegando a nuestro destino, ya veíamos esa imponente fortaleza, fiel espectadora de siglos de historia y símbolo de la cultura, el Castillo, que representa una de las mejores muestras de la arquitectura medieval de la provincia de Ávila.

Fue inaugurado en el año 2.004 después de varios años de reformas que han permitido la rehabilitación de las murallas, torre albarrana y el gran cubo artillero  además de la recuperación de la casa del alcaide y otras dependencias del servicio.

Nos enteramos de cosas curiosas como que en el año 1.250 La Adrada poseía parroquia, una iglesia de planta basilical de tres naves, una central y dos laterales y contaba con una cabecera semicircular cubierta con una bóveda de horno. El ábside se construyó en mampostería y ladrillo y sobre él, siglos después, se construiría la célebre Torre del Homenaje.

Así mismo, sabemos que existía un cementerio que se extendía tanto hacia el interior como el exterior del mismo y sus tumbas eran simples fosas excavadas en la roca señalizadas con una esfera semicircular de piedra.

El Castillo ha pasado por diferentes momentos históricos pero uno de los más significativos fue la elevación del lugar de La Adrada a categoría de Villa en el año 1.393 por Enrique III. De visita por su interior conocemos que Ruy López Dávalos ordenó construir esta fortificación el cual decidió transformar la primitiva iglesia en un castillo y que en el siglo XV D. Álvaro de Luna se convierte en el siguiente señor de La Adrada y por aquel entonces ya existía un patio con aljibe, en ese momento el recinto ya estaba rodeado por una barrera completada por cubos, foso y puente levadizo, se construyó el cubo artillero y se levantó la torre albarrana.

Posteriormente fue D. Beltrán de la Cueva quien decidió convertir la fortaleza medieval en un moderno palacio con una estética más renacentista y es a partir del siglo XVI cuando el castillo adquiere una apariencia más residencial y señorial.

Llama la atención al acceder a esta imponente muestra el patio de armas, lugar desde el cual el señor recibía a todos sus invitados y desde el cual se accedía a las dependencias más importantes del castillo.

Después de visitar las diferentes estancias y recorrer las torres llegamos al Centro de Interpretación Histórica del Valle del Tiétar donde hacer un recorrido en la historia por los diversos pobladores, desde los vettones pasando por los romanos y los visigodos hasta llegar a la sala de los señoríos de los siglos XV y XVI y finalizar contemplando diferentes fotografías en blanco y negro de la Edad Moderna y Contemporánea.

Nuestra visita finaliza en la sala dedicada a La Arada donde se podrán observar restos de la azulejería, vasijas, pulseras, documentos y una muestra de la antigua necrópolis medieval.

Castillo de La Adrada

Otros sitios que ver en La Adrada son la Iglesia de El Salvador, de estilo gótico de influencia herreriana que se inició en el siglo XVI bajo la dirección de Pedro de Tolosa, aparejador del monasterio de El Escorial. O la Ermita de la Virgen de la Yedra, situada en el parque que le da nombre se trata de una sencilla ermita del siglo XVI, donde se encuentra la imagen de la Virgen de la Yedra en su retablo interior, patrona del municipio. Los vecinos y visitantes de la localidad sienten gran devoción por su patrona, tal es así, que fue restaurada con la aportación y ayuda de los vecinos.

La Calle Larga es sin duda, una de las calles más representativas y tradicionales del municipio donde poder contemplar una de las construcciones arquitectónicas del siglo XVI que perteneció a los frailes Jerónimos de El Escorial y otras edificaciones señoriales.

Durante el paseo por esta calle podremos ver los blasones, emblemas señoriales que simbolizaban a las familias que habitaron La Adrada siglos atrás.

También descubrimos el Jardín Botánico del Valle del Tiétar un lugar de encuentro entre la cultura y la naturaleza, la botánica y el conocimiento, donde adentrarnos en el misterioso y maravilloso mundo de las plantas.

Otras cosas de interés que descubrimos en La Adrada fue que una de sus festividades es la de la Virgen de La Yedra, fiestas patronales  de gran arraigo religioso y popular en honor a la Virgen de la Yedra que se celebran durante el segundo domingo del mes de septiembre, trasladándose la imagen de la patrona el domingo anterior desde la ermita a la iglesia.

Como os contamos una de las tradiciones de esta festividad es el traslado a la ermita, y una vez en el templo a su honor los quintos cantan la ronda para finalizar este acto solemne dentro del templo cantando la salve y el himno.

Destacan también la diana floreada, las actividades culturales y deportivas.

La ermita, en su honor, se encuentra situada en el Parque de la Yedra, y se trata de un templo austero y sencillo, del siglo XVI que fue restaurado gracias a las contribuciones de los vecinos, rodeado de un bucólico paisaje, entre la tradición y la leyenda ya que según los datos que se obtienen de ella se sabe la imagen fue devuelta en numerosas ocasiones a la abadía de la cual procedía, en Burgohondo, pero la Virgen regresaba siempre a La Adrada. Es por ello que los vecinos la acogieron como su patrona.

Otras fiestas del municipio, son las de El Salvador, que tienen lugar durante los primeros días de agosto, del 5 al 7 de agosto, siendo el día del patrón el seis de agosto cuando tienen lugar los principales actos patronales y solemnes en su honor: misa solemne, procesiones, festejos taurinos, actos culturales y deportivos verbena, así como la tradicional caldereta en la Plaza de La Villa para el disfrute y gozo de vecinos y visitantes.

Por San Blas también hay una festividad que aúna la tradición religiosa, junto con las tradiciones populares así como los carnavales. Se celebran durante los días 3, 4 y 5 de febrero siendo el día 3, día grande San Blas, destacando la procesión y verbena; y el día 5, Santa Águeda,  cuyos actos principales son el baile de la tizne por la mañana, tradición histórica marcada por la costumbre en la que los vecinos del pueblo se tiznaban la cara con una patata manchada de hollín de las chimeneas y harina aunque actualmente se celebra la típica “guerra de huevos y harina;” y el Carnaval por la tarde, siendo éstos los primeros de la comarca del Tiétar.

No podemos olvidar los bollos de San Blas, dulce típico del municipio a base de manteca, huevos, harina, levadura, azúcar y ralladura de limón, que hacen las delicias de todos aquellos que los prueban. Los hay de tres tipos: de aceite, de limón y sosos (de manteca de cerdo mezclada con vino y azúcar). ¡Se nos hace la boca agua!

Feria de Los Santos

La Adrada obtiene su título de villa en 1.393 y, por ende, la facultad de celebrar un mercado semanal y la feria anual de Todos los Santos, en los primeros quince días de Noviembre.

Consecuencia de lo anterior surge a principios del siglo XX, “La Feria de Todos los Santos”, celebración que duraba tres o cuatro días, aunque los preparativos comenzaban cuando unos quince días antes del inicio, se arrendaban prados a los habitantes de La Adrada para que el ganado procedente principalmente de Salamanca, Ávila, Toledo y sur de Madrid pudiera comer. Ya por aquel entonces, esta feria de ganado atraía también a muchos comerciantes de localidades vecinas que aprovechaban estas celebraciones para hacer sus negocios.

Nos comentan los vecinos que el Ayuntamiento de La Adrada organiza anualmente desde 1998, «La Feria de Muestras y de Ganado de Los Santos», con la pretensión de que este acontecimiento sea un punto de reunión comarcal, regional y nacional.

Otras actividades de La Adrada

Mercado medieval

Sin duda, una de las fechas señaladas en el calendario y que no puedes perderte, es el Mercado Medieval. Músicos, juglares, bufones, artesanos y todo tipo de actuaciones medievales inundan las calles de colorido, espectáculo y diversión con el Castillo como escenario principal en estos días. ¡Te animamos a que lo apuntes en tu agenda!

  • Tiétar Festival

Durante el verano, una de las citas indiscutibles de los últimos años es el Tiétar Festival con espectáculos, actuaciones o  conciertos para todos los públicos y que desde el año 2.018 ameniza las noches de verano con una amplia programación que no dejará indiferente a nadie. No te lo puedes perder!

Disfrutando de la Gastronomía

Además de todo lo que hicimos y os hemos contado, no debemos olvidarnos de la rica gastronomía tradicional que probamos…
El salmorejo adradense, un rico y potente guiso típico de las matanzas que se realizaban en el municipio y las patatas revolconas.

Los quesos de la artesanal Quesería del Tiétar, ubicada en La Adrada y en especial, el queso Monte Enebro.

También las riquísimas morcillas elaboradas en la localidad y los Bollos de San Blas, apetitosa receta que puedes saborear durante todo el año y en especial en las fiestas en su honor.

Ahora te toca a ti ir a recorrer y conocer este lindo pueblo y dejarte sorprender tanto cómo nosotros.